Que la novia vaya solo de blanco el día de su boda está cada vez menos de moda. Y es que darle color a nuestro traje de novia va siendo una tendencia cada vez más en alza. No hay nada que realce la belleza de nuestro vestido que agregarle detalles en colores vivos, cuanto más contraste haya, mejor. Y si no, solo hay que ver como sube de categoría el vestido cuando le añadimos un cinto o una pasamanería de nuestro color favorito. Por ejemplo:
Este cinto azul hace que este vestido nos sintamos más cercanas a Cenicienta a la espera de nuestro príncipe.
¿Quién no ha querido ser como Blancanieves, y morder esa dulce manzana roja?
Hojas y flores hacen que nos sintamos hadas del bosque.
Este verde nos invita tanto a ceremonias de primavera como de otoño.
No siempre los colores han de ser vivos ¿Quién ha dicho que el azul no pueda otorgar un toque elegante a un vestido?
Ni siquiera hacen falta cintos, un par de broches estratégicamente colocados alegran el vestido más soso.
Pues bien, si nuestro vestido tiene esos toques de color podremos completarlo con varios complementos del mismo tono que darán la impresión de conjunto, unos zapatos, un bolso, o incluso un ramo con flores de la misma tonalidad. ¿Que somos novias de invierno? Recomiendo una combinación de azules eléctricos y plata. Si es en primavera el verde es el color perfecto, y si hablamos de otoño, los tonos marrones y tierra irán perfectos. En la playa, los azules pastel o azul cielo son perfectos. Y bueno, el rey de los colores es el rojo, perfecto en mi opinión en todas las épocas del año.
De todas maneras el límite lo ponemos nosotras. Elige tu color favorito y ¡adelante! No hace falta que busquemos una tienda de novias que haga este tipo de vestidos, como hemos observado, una cinta de raso, un broche, una flor de seda o tul, bastarán para alegrar nuestro vestido. Yo misma agregé a mi vestido una simple pasamanería en rojo y plata, y el resultado fue espectacular.
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